Hoy me lanzo con uno de mis platos de la dieta mediterránea favoritos. La moussaka (o musaka) es un pastel de carne que en principio tenía origen árabe, pero del que actualmente se encuentran distintas variedades a lo largo de los paises balcánicos. Hoy hablaremos de la moussaka griega, que es la que ha dado a este plato su fama mundial.



Antes de empezar, decir que este "pastel" se compone de tres capas: la berenjena, la carne y la bechamel. Por tanto hay que trabajar en tres componentes que requieren preparaciones distintas. No considero la moussaka un plato complicado, pero sí que requiere tiempo y un gran despliegue de sartenes, ollas y cacerolas. Por eso recomiendo programarse y empezar con 2h30 o 3h antes de la hora de comer, para asegurarse que el plato esté listo a la hora deseada.

Otra cosa que considero muy importante para este plato son las especias. Aunque no soy partidaría de echar una tonelada (todo en su justa medida), sí creo que es el sabor especiado (sobretodo de la canela y la menta) el que le da el toque especial a la receta. Así que si quereis una moussaka auténtica, aseguraos que tenéis a mano las especias antes de comenzar.

INGREDIENTES (Para 4-6 personas)

- 2 berenjenas
- 500 gramos de carne picada de cordero o de ternera
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- 2 tomates pelados (o 5 cucharadas de tomate frito casero)
- Canela
- Menta o hierbabuena (si puede ser fresca, mejor)
- Perejil
- Medio vaso de vino blanco
- Sal y pimienta
- 1/2 l de bechamel
- Queso rallado


 PREPARACIÓN:

1 - Cortar las berenjenas en rodajas de 0,8 cms aproximadamente, y colocarlas en una fuente. Echar sal en abundancia y dejar reposar durante 40-50 minutos (esto se hace para quitar el amargo de la berenjena).

2 - Cortar las cebollas y los dientes de ajo y pochar en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva.



3 - Cuando el sofrito esté listo, añadir la carne picada y echar sal y pimienta al gusto. Añadir además un poquito de menta (o hierbabuena), otro poco de canela y si se quiere también poco de tomillo. Mezclar bien y dejar cocinar unos minutos.

4 - Añadir los tomates pelados y troceados y medio vaso de vino blanco. Dejar que se consuma y apartar del fuego cuando la mezcla haya quedado como una salsa muy compacta.


5 - Cuando hayan pasado los 40-50 minutos volvemos con las berenjenas. Las lavamos en agua para quitarles la sal y dejamos secar en papel de cocina. 

6 - En una sartén, echamos otro buen chorro de aceite de oliva y freimos las berenjenas. Cuando estén doradas apartar en un plato con papel de cocina para quitar el exceso de aceite.



7 - Este es el momento de preparar la bechamel. Yo recomiendo la receta de Isasaweis, buena, rápida y sin grumos. Recomiendo espesarla un poquito, para que se solidifique un poco más durante el horneado.



8 - Ya tenemos listos todos los componentes de la moussaka. Ahora es momentos del montaje :P En una fuente para hornos, echamos un poco de aceite de oliva y extendemos para que la musaka no se nos pegue. A continuación ponemos una capa de berenjena que cubra toda la superficie de la fuente, seguimos con una capa de carne, y por último de bechamel. Si se quiere, o si la forma fuente lo requiere, se puede montar una segunda capa. Por último, añadimos queso rallado.


9 - Meter al horno precalentado a 180ºC y dejar cocinar durante 35-40 minutos. Finalmente, gratinar por 5 minutos más.

10 - Sacar la moussaka y dejar enfriar un poco antes de servir, pues si no no se desmolda bien y no queda muy estético. Como guarnición sugiero ensalada, y si tenéis, añadiéndole queso feta, nueces y balsámico está de muerte.



Y ya tenemos nuestra moussaka lista. Una receta de la dieta mediterránea deliciosa y sana perfecta para sorprender a vuestros invitados. Espero que os guste, yo me voy a comer la mía...

Γειά!