Para comenzar este nuevo viaje, y antes de emprender el vuelo a tierras lejanas y extrañas, qué mejor que empezar por los orígenes.
Hoy hablaré de Alcalá de Henares, en Madrid, mi epicentro, el comienzo de todo, el lugar al que siempre vuelvo y volveré. Aclarar que en realidad no soy alcalaina, sino de la ciudad vecina, pero mi vida ha estado tan ligada a la ciudad que la siento como mía.
Fue en su universidad que empecé mis estudios de turismo, donde conseguí mi primer trabajo como guía turística, donde volví para estudiar mi máster y donde durante años forjé mi alma cosmopolita. Alcalá me ha visto infinitas veces paseando de aquí para allá con muy diversas compañías, compartiendo mesa y tapas con personas de diferentes culturas y religiones, hablando (y chapurreando) otras lenguas con estudiantes venidos de todas las partes del mundo y tomándonos la típica foto con Don Quijote y Sancho Panza.
Alcalá es una ciudad estudiantil y multicultural, y una de las razones por las que la adoro. Pero Alcalá también tiene una historia intensa y un rico patrimonio, por el cual fue nombrada Patrimonio de la Humanidad el 2 de diciembre 1998. Casualmente ese día estaba allí de excursión con mi colegio, y a las doce del medio día, estando en la Plaza Cervantes, todas las campanas de la ciudad comenzaron a tocar al unísono para celebrarlo. Yo en aquel entonces no entendi muy bien lo que significaba, pero diez años después me vi en ese mismo lugar explicándoselo a los turistas. Incluso a los niños de mi antiguo colegio. Lo que digo, siempre hubo una conexión.
Y es en esta plaza que empezaremos nuestro recorrido por su centro histórico. La Plaza Cervantes es un precioso espacio regado de jardines, especialmente agradable en primavera y el lugar favorito de los locales (y de los no locales tambien :P) para encontrarse, tomar el sol, refrescarse a la sombra de sus árboles, tomar algo o dejar a los niños jugar.
Por su ala este, caminando unos metros por un callejón, llegamos a la Plaza de San Diego, donde se encuentra el edificio estrella de la ciudad: El Colegio de San Ildefonso, el Rectorado de la Universidad de Alcalá. Su fachada, sus bellos patios y sus salas interiores darían para un post entero, asi que como suelen decir, más vale una imagen que mil palabras ;)
Ésta fue una de las primeras y más prestigiosas universidades de España y la pionera en el mundo en crear una ciudad universitaria (aka campus). También hoy en día, este edificio renacentista es escenario de la entrega del Premio Cervantes, el más importante de la literatura en español.
Volviendo sobre nuestros pasos a la Plaza Cervantes, y atravesándola llegamos a la calle Mayor, la calle comercial y de más movimiento de Alcalá. Bajo sus soportales se reparten a partes iguales las tiendas y los bares, y por su interior confluyen todo tipo de personas locales y foráneas. Es un buen lugar para sentarse y tomarse unas tapas en buena compañia. A diferencia de otros lugares, aqui las tapas van incluidas en el precio de la bebida (caña y tapa entre 2,50 y 2,80€), y los bares suelen tener un variado menú en el consumidor puede elegir la tapa que más le apetezca. En general las tapas son bastante generosas, con lo que Alcalá no somos uno ni dos que hemos comido pidiendo un par de cañas en más de una ocasión.
A mitad de recorrido destacan dos edificios adosados: el primero, escoltado por Quijote y Sancho Panza (ver foto arriba), es el Museo-casa natal de Miguel de Cervantes. Aunque poco queda ya de la casa original donde Cervantes nació, todo está bien reconstruido y se puede apreciar una curiosa colección de muebles de época. Además, en el piso una colección de "Quijotes" en ediciones de lo más variopintas. Al su lado, el hospital de Antezana, una antigua casa de nobles reconvertida en hospital y que aún hoy en día sigue funcionando. Su patio castellano es una cucada.
Al llegar al final de la calle nos espera la Catedral Magistral, que alberga en su interior las reliquias de los Santos Niños Justo y Pastor (muy apreciados en la ciudad), además de la tumba de San Diego de Alcalá y el más que afamado Cardenal Cisneros.
Para terminar continuaremos por una de las calles que llevan hacia al norte hasta llegar a otra plaza, donde se encuentran tres edificios dignos de admirar: El Palacio Arzobispal, escenario de la obra Don Juan Tenorio cada 31 y 1 de Octubre, el convento de San Bernardo y El Museo Arquelógico Regional, que reune la historia de la región desde la prehistoria hasta la época medieval.
Después de tanto trajín cualquiera necesita reponer fuerzas. Os hacen unas tapichuelas? ;)
Mis recomendaciones para tapear:
Indalo - Calle Libreros, 9
Rusty - Calle Del Tinte 1
El tapón - Avda. de Guadalajara, 9
El quinto tapón - Teniente Ruiz, 3
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